jueves, 5 de febrero de 2009

EL PASADO ES PASADO




Mucho me han angustiado desde mi juventud, puede decir ahora Israel; mucho me han angustiado desde mi juventud; mas no prevalecieron contra mí. Salmo 129: 1,2
¿Has sufrido en la vida? ¿Has encontrado áspero el camino que has seguido hasta ahora? Israel, el pueblo de Dios, fue angustiado, como dice el texto «desde mi juventud». Israel había pasado su juventud en la esclavitud en Egipto, y bien podía decir «Mucho me han angustiado desde mi juventud». Sin embargo, gracias a Dios, ahora canta un cántico de gozo por la liberación de aquel tenebroso país. Como el poeta, quizá podían evocar este sentimiento: «Sobre mis espaldas araron los aradores». Llegó el momento en que de las huellas que dejaron los latigazos en sus espaldas solo quedaba el recuerdo.Gracias a Dios, Israel pudo decir: «Mas no prevalecieron contra mí». Nuestro versículo de hoy puede recordarles a algunos su pasado lleno de cicatrices y dolor. Quizá este versículo te describa a ti. Si es así, es importante que recuerdes algo: En la familia cristiana hay hermanos creyentes que han sufrido tanto como tú y a los que puedes entender. El que mejor puede entenderte a ti es Jesucristo mismo.Tristemente, muchas personas tienen un problema con su pasado. No pueden olvidarlo. Miles de personas siguen experimentando dolor por su pasado. Son prisioneras del recuerdo. Y, como recordar es vivir, siguen viviendo los mismos traumas y tragedias que sufrieron en su juventud. No dejes que la vida prevalezca así contra ti. Sobreponte a tu historia. Dios quiere libertarte de la tiranía del recuerdo. Quiere ayudarte a borrar el recuerdo y a iniciar una nueva vida. Conozco algunas personas que siguen pidiendo perdón por un pecado que cometieron hace cinco años. Piden perdón una y otra vez, como si no creyesen que Dios, en su gran misericordia, ya los ha perdonado. Si de verdad creyesen que desde la primera vez que se arrodillaron y pidieron perdón fueron perdonados, no seguirían sufriendo como si todavía Dios les tuviese tales cosas en cuenta. Esa actitud es otro de los males de los cuales Dios quiere librarnos.Otras personas son esclavas del pasado porque no pueden olvidar resentimientos y amarguras añejas. En este caso Dios quiere librarnos mediante el milagro del perdón y el olvido total de quienes nos hirieron.Vive tu vida, no como esclavo del pasado, sino como hijo de Dios que tiene su cuenta saldada. Como alguien que nada debe ni le deben. Ese es el secreto de la paz. Así podrías decir, como Israel, «No prevalecieron contra mí».

1 comentario:

Meli Ros dijo...

Estoy de acuerdo sólo que aveces es duro porque siempre te quedas temiendo de volver a vivir lo mismo,yo tengo un caso del pasado,que aveces no se si en realidad superare.

Pero se que Dios con su gracia nos ha alcanzado y nos ha hecho libres.
Bendiciones grandes.