martes, 31 de julio de 2012

ELLA LO AMO, EL NO LA VALORO, PERO ELLA SE AMO MAS



Cuando se tiene la pareja perfecta para una misma, cuando junto a él se ha formado con años de dedicación y amor una familia, cuando se tiene la seguridad de estar con la persona correcta, de tener amor, felicidad y fidelidad… una infidelidad es devastadora.
Cuando llega una infidelidad que no fuiste capaz de intuir, no comprendes nada, te sientes impotente, devastada e incapaz de comprenderlo “¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuanto tiempo? ¿Cómo pudo disimularlo? ¿Cómo no me di cuenta? ¿Qué hice? ¿Qué no hice? ¿Tendré algo de culpa?” ¡Confusión, devastación!
Estas son algunas de las muchas preguntas que nos hacemos en ese momento tan desagradable, ¡definitivamente NO existen palabras para describir tal sentimiento de traición y dolor agonizante!
Pero nuestra vida no acaba ahí.
Por muy difícil y complicada que sea la situación, Dios está ahí contigo y te dará la fuerza, fortaleza y la paz que necesitas para sobrellevar esta prueba. Pídeselo. Porque tú no te buscaste estar en esa difícil situación.
Es mi esperanza que tras leer la siguiente historia, con la cual muchas de ustedes se identificarán, puedan inspirarse y recobrar fuerzas para estos momentos tan amargos:
Ella siempre decía, “Tengo lo que muchos buscan y sólo unos pocos encuentran: el amor”. ¡Era Feliz! aunque su relación fue algo apresurada y se casó joven, estaba totalmente segura de que a su lado tenía al hombre más bueno y fiel del universo. Vivía para su familia y como toda buena mujer todo lo daba por las personas que amaba.
Existe mucha debate sobre el famoso tema de las redes sociales, pero ella aunque estaba consciente, estaba tranquila porque sabía a quien tenía por esposo. No existía temor de perderle, estaba más que segura del amor de su esposo por ella como por su hija. Así pasaron los años y con ellos las situaciones comunes de un matrimonio común. Hasta que llego un domingo, como era costumbre, ella se despidió de su esposo, le dijo que lo amaba a lo cual el respondió “Yo también te amo” tras lo que fue a trabajar.
Entrando en su página social por la cual se comunicaba con algunos familiares y amistades, pasó por su mente ver los mensajes privados de su esposo ya que él mismo le había dado su contraseña por motivos de confianza. ¡Que Sorpresa! Encontró una conversación de mensajes entre él y una de sus amigas que aunque siempre había sido bien atenta con él, jamás sintió tener motivos de sospecha pues sólo eran amigos y la chica (amante) tenía pareja. ¡Qué Dolor! Inmediatamente las lágrimas empezaron a brotar mientras su garganta hacía un nudo y su corazón latía y se rompía a la misma con la misma intensidad.
Ella vio como él escribía palabras hirientes sobre ella (la mujer que tanto amaba y madre de su hija), como su amante se burlaba también de su pareja, como se confabulaban los dos para disimular una “amistad” por internet y ante sus respectivas parejas de quienes se burlaban cruelmente para que nadie sospechara. Y entonces en ese momento de desesperación comenzó a entender porqué su esposo se cuidaba tanto últimamente, se comparaba ropa nueva y salía algunas veces con sus “amigos” (sexo masculino).
Comprendió que todo era mentira, que cuando salía con sus amigos era para encontrarse con ella. En los mensajes ella vio como él le llamaba a su amante “bebé”, “mi amor” y palabras que eran sagradas pasa su esposa. Esto le traía al recuerdo todas aquellas veces que le había preguntado directamente, “¿me amas? ¿Nunca me engañarías, verdad? ¿Nunca me dejarás?”… preguntas que le hacía diariamente a su esposo y las cuales el aseguraba.
Llevada por la rabia de la traición, llamó a su esposo al lugar de su trabajo, y le dijo que recogiese sus cosas y se largara, que ya sabía todo. Él llego a su casa, recogió sus cosas y no tuvo ni la decencia de explicar o justificarse, nada. Así se fue y varios días después ella quiso hablar con él para aclarar sus dudas. Él le dijo que llevaba casi 3 meses con su amante y que no sabía porqué había hecho lo que hizo, pero que ya no le amaba y se sentía muy bien con su amante. Su esposa, aun así, pensando en su hija que era muy pequeña para pasar por esto le suplicaba que lo intentara pero no hubo ningún tipo de arrepentimiento por parte del esposo. De la noche a la mañana esta joven mujer perdió su familia, esposo y el “amor” de su vida por casi 5 años y todavía sentía que lo amaba y estaba dispuesta a recibirlo nuevamente con tal de tener algo de su felicidad.
Pasaron los días y esta mujer pedía a Dios por fortaleza, paz y mucha dirección. Utilizó el sentimiento de traición como motivación para tratar de no extrañarle tanto a su esposo, pues definitivamente él no lo merecía. Así, logró tener paz durante el duro proceso, aclaró sus pensamientos y ella misma decía “por mucho que le ame, yo no merezco esto. No tiene sentido que yo y mi niña nos pongamos de nuevo en la misma situación”, pues así como había sido difícil para ella misma, también lo había sido para su hija.
Las cosas estaban difíciles, pues estaba claro que a su esposo la responsabilidad no le pesaba, que había disfrutado de su infidelidad y que aunque aceptaba que su esposa era más que una buena mujer y no merecía lo que estaba sucediendo, no tubo ningún tipo de humanidad ante ella para al menos terminar las cosas de manera correcta por su hija y por agradecimiento a tanto tiempo compartido con aquella mujer.
Esta historia continua en su vida día a día ya que diariamente se presentan nuevos retos para esta mujer que decidió seguir adelante con su hija y no permitir que este evento se quedara con lo mejor de su vida, pues ella no se arrepentía y sabía que debía esforzarse para salir adelante por si misma. Supo como convertir su situación en algo que le motivase a recobrar fuerzas como nueva persona. Se aferró a Dios por ser el único que la amó desde un principio y que jamás la abandonó. Se dedicó a ser todo para su hija y disfrutar cada momento con ella. Sus amistades estuvieron presente para ayudarla en lo que necesitara y su madre jamás la abandonó.
En todo momento fijó su mirada en el futuro, pues el pasado debía guardarlo en una parte de su corazón. No tuvo ningún deseo de hacerle daño a su rival (la amante) ni a su esposo, pues ella estaba segura de que de Dios es la venganza. Con esto les digo, que sí se puede salir adelante de cualquier situación por mala y tormentosa que sea.
Quizás algunas de ustedes se encuentren en un hoyo negro y no saben qué hacer, pues la fatalidad de su situación es más grave pero aun así te digo a ti que lees esto: LEVÁNTATE, ESFUERZATE Y SE VALIENTE. No existe impedimento en este mundo que te prohíba mirar hacia el Norte. Dios tiene propósito con todo lo que hace y lo permite por que bien dicen que cuando Dios te quita algo de tus manos, es por que las está preparando para algo mejor.
No te rindas y se como esta mujer, convierte tu situación en fuente de fuerza y valor para seguir hacia adelante. No tires a perder tu juventud, belleza y amor por alguien que no supo valorar quien eres y lo que das. Al contrario, quien perdió fue él, porque jamás encontrará a una mujer como tú y puedes estar segura que en su debido tiempo y aunque jamás te lo deje saber, él lo sufrirá. Dios no se queda con nada de nadie y ha visto cada una de tus lágrimas. Después de esto lo mejor que puedes hacer es  cuidarte, dedicar tiempo para ti y tus hijos.
Disfruta de lo que no pudiste hacer en tanto tiempo y sobre todas las cosas ámate. Porque mujer como tú no tiene réplica.
Espero le haya ayudado esta historia para recobrar fuerzas y seguir hacia adelante sin mirar atrás y con mucho amor.

lunes, 23 de julio de 2012

SI TU CORAZON TE DUELE DEFIENDELO



¿Duele tu corazón? ¿Sientes que el amor en tu vida es cosa del pasado? ¿Te agobia el día a día de tu relación?
Eres mujer, eres valiosa y lo más importante eres tú.
No tengas miedo a luchar por lo que sientes, debes hacerlo por ti misma.
Si quieres ser feliz primero defiende tu corazón.

 ― Tu corazón adolorido te recuerda que lo importante eres tú. Cuando sientas que tu corazón te duele, cuando sientas que se está rompiendo porque esa persona que amas te esta hiriendo, recuerda que eres mujer, que no hay nada más importante que tú.
Si tienes hijos, sabes que tú eres lo más importante para ellos, por eso siempre recuerda que aunque te hieran y te duela el corazón, tú eres lo más importante y por lo tanto tienes como persona y como mujer la obligación de sacar valor, fuerza y coraje interior para poder hacerle frente a tus problemas, a tu dolor.
― Tu corazón importa más que aquel que te hace sufrir.
Si quien amas te hace sufrir y no te hace sentir bien, feliz, amada, deseada y valorada… entonces, aunque duela,  es hora de decir adiós porque tú y tu bienestar es lo más importante.
― Hay veces que sientes que el amor murió.
Hay veces que vemos todo color de rosa, como al principio de una relación: todo nos parece maravilloso, te dicen que te quieren, que te aman, te tratan con delicadeza y cariño. Pero después, con el tiempo, te sientes insegura: recuerdas las cosas que antes como pareja hacían y disfrutaban juntos y que ahora y ya no hacen, las palabras delicadas que antes se tenían y que ahora “ya no hacen falta”, y el constante temor que tienes a sin quererlo decir algo que pudiera molestarle a tu pareja…
― Nunca calles
lo que tu corazón guarda.
No es malo sentir ganas de llorar, gritar, desahogarse y sacar todo ese dolor que sientes. Las mujeres somos bellas y lo más bello que tenemos es nuestro corazón. Cuando nos duela y queramos curarlo hay que llorar para desahogarlo, debemos aferrarnos a nuestra felicidad y dignidad.
― Defiende tu corazón,
aunque te sea difícil.
Es duro darse cuenta de que esa persona a la cual amas, a la cual le entregas tu tiempo, tu cuerpo y tu vida, ya a no te corresponde como antes…
Es difícil para una mujer, pues entregamos todo sin condiciones, con la una ilusión de recibir una mirada, un te quiero y un te amo sincero…
― Tú eres lo primero.
Aunque te duela, aférrate a ti, a esa hermosa mujer que eres. No permitas que se te cierren las puertas de la vida, nunca permitas que nadie te pisotee, tú eres una mujer digna, hermosa por dentro y por fuera y tienes una obligación contigo misma: SER FELIZ.

viernes, 13 de julio de 2012

PERDONARNOS PARA PODER PERDONAR



Si tu relación de pareja está pasando por un mal momento, si las cosas están que se rompen y sientes que es tu culpa…
No te culpes, no es tu culpa. En todo caso, es de ambos, la relación es cosa de dos.
No te castigues más, libérate de la carga de la culpabilidad y perdónate a ti misma.
Sonríe, tienes una nueva oportunidad de arreglar lo que esté roto, háblalo y lucha por lo que quieres.
Toda relación pasa por malos momentos…
En demasiadas ocasiones somos muy duras con nosotras mismas y nos culpamos de todo lo que sale mal en nuestras relaciones.
Cuando una relación está pasando por malos momentos, nos comemos las uñas pensando que “quizás, si hubiésemos hecho esto o eso otro, las cosas serían diferentes”… Nos viene a la cabeza ocasiones en las que podíamos haber actuado mejor, dicho otras cosas y reaccionado de forma diferente… es como si nos echáramos en cara no ser perfectas cuando eso es algo que nadie puede pretender serlo.
Cuando una relación de pareja pasa por dificultades, no es sólo por tu culpa, no te culpes por ello.
¡No es tu culpa!
Intentemos dejar los pensamientos negativos a un lado, tratar de ver la vida con mejores ojos, aprender a soltar la cuerda invisible que tenemos con la persona, aprender a olvidar, aprender a perdonar… Y recuerda que el perdón empieza por una misma, por perdonarnos para poder perdonar.
Cuando una relación se rompe, una oportunidad surge.
Cuando las cosas van mal siempre nos asusta la posibilidad de quedarnos otra vez solas; es normal, no tiene que ser un problema o un motivo de tristeza para ti, al contrario es una nueva experiencia, una nueva vida que debemos aprender a vivir y así se debe tomar: cerrar un ciclo para empezar por otro.
-No es por ti, es por los dos.
El hecho que la relación no funcione no es tu culpa, en todo caso es de las dos partes, pues siempre hay dos personas y cada uno tiene que hablar de sus errores. Por ello, jamás des por finalizada una relación sin antes hablar con tu pareja.
-Antes de romper… ¡habla!
Quizás de todo de lo que te culpas, no es nada más que la falta de comunicación.
Llevar bien una relación de pareja nunca es fácil, pero si tienes ganas salir adelante con tu pareja, empieza por aceptar que somos humanos, por lo tanto estamos llenos de errores y defectos, que nadie tiene la culpa de nada, que sólo hay que aparcar el orgullo, dejar salir el sentido común y hablar. No todo tiene porqué ser tan negativo.
Mira la vida con amor, con esperanza, con un corazón lleno de nuevas ilusiones, que puedes darle la vuelta a tu vida; siempre deja un espacio en ti para que entre la buena predisposición de pedirle a Dios nos de las fuerzas necesarias para seguir viviendo.
El amor y la continuidad de seguir con la misma persona que escogimos libremente es lo que te debe dar fuerzas para empezar de nuevo.
Cada día es nuevo, y llega con una nueva oportunidad. No le cierres la puerta a la felicidad, cuando hay cariño y respeto todo puede suceder.
Las relaciones rotas no son culpa de una sola persona sino de dos, no te sientas mal y líbrate de esas cadenas… y trata de retener lo que ya tienes en tu vida.

lunes, 2 de julio de 2012

TU NOVIO.... TU AMIGO ....



Tú tienes un novio que cuando te llama, lo hace generalmente por cumplir un horario. 
Tu amigo te llama sin horario sólo porque le nace hacerlo.

Tu novio va a visitarte porque es día de cita.
Tu amigo te busca cualquier día porque para él no hay citas.

Tu novio te acaricia y te besa porque se cree con derecho a hacerlo.
Tu amigo lo hace con más ternura y sin derechos sólo porque le nace.

Tu novio va contigo por la calle como quien lleva una bandera.
Pero tu amigo es el único abanderado de tu corazón.

Piensa que tu novio te quiere por ser tu novio,
pero te quiere más tu amigo siendo sólo tu amigo.

Tu novio nunca te dirá la verdad por ser tu novio,
mientras que tu amigo nunca te mentirá por ser tan sólo tu amigo.

Dicen que son amores muy diferentes.
Tienen razón; el amor de tu novio es por cumplir compromisos, pero el de tu amigo es más sincero porque no hay compromisos que cumplir.
Cuando peleas con tu novio, todo termina entre los dos;
con tu amigo no te peleas porque no hay nada que terminar.
Pero tristemente te engañas a ti misma insistiendo tener un novio y no un amigo, por cumplir un compromiso con la sociedad, una apariencia distinta ante tus compañeros, o una disculpa en tu casa, en tu familia. ¿Cómo poder estar o salir con él? Dirán: “como son novios hay que dejarlos”.

¿Piensas que sólo puedes llegar al altar vestida de blanco con tu novio-esposo?
Pero será más bello llegar al altar con tu amigo-esposo.
Después de la boda conocerás la otra mitad de la vida de tu novio que te ocultó.

Si te casas con tu amigo, nada quedará oculto entre los dos.

Después de uno o dos años o sólo unos meses y cuando al matrimonio llegue la incomprensión el desamor y se terminen la armonía y el cariño, quedarás sola, entonces añorarás a quien de veras sólo amabas y ahora quisieras tener a tu lado: