Vean a Dios en cada cosa que perciben. Su Misterio es inmanente en todo lo que es material e inmaterial. El Universo está impregnado de la Divinidad, es una expresión de Su Misterio. Sumérjanse en las fuentes de la alegría dentro mismo de ustedes, y progresen; no se detengan ni retrocedan. Cada minuto debe marcar un paso adelante. Alégrense de que se les ha dado reconocer a Dios en todo, y den la bienvenida a todas las oportunidades de cantar Su Gloria, de oír las narraciones de Sus milagros, de compartir Su presencia con los demás.
lunes, 5 de enero de 2009
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