martes, 20 de agosto de 2013

¡PODEMOS SUPERAR LOS DUELOS QUE AFLIGEN NUESTRAS VIDAS.




Cada persona pasamos por los duelos de nuestra vida de forma personal, individual y diferente.
Ya sea un duelo por la muerte de un ser querido, un duelo por quien simplemente se fue rompiendo nuestro corazón o una amistad perdida… nuestro dolor es personal, sería difícil pensar que alguien pudiera sentir lo mismo…
No obstante, todo duelo es superable. Podemos superar los duelos de nuestras vidas. Sin los duelos no seríamos capaces de darle tanto valor y amor a lo que ahora tenemos.

Pasamos por momentos muy difíciles en nuestras vidas, a veces el amor ineludiblemente se nos convierte en un inmenso dolor que nos parte el alma al sentir perdido aquello que tanto amábamos. Entonces llega el duelo: esa reacción que adoptamos a la hora de afrontar una pérdida.
Hay muchos tipos de pérdidas: desde la muerte de un ser que amábamos, una ruptura amorosa, el despido de un trabajo, la separación de algo que considerábamos importante… Todos estos son duelos porque en ellos se encierran sentimientos de dolor y frustración, lo que varia indefectiblemente es la profundidad y los grados de afectación de los sentimientos y la vida que llevábamos hasta el momento de vivir el duelo.
El duelo nos cambia, sería muy pretencioso creer que no es así, puesto que nos vemos expuestas a una situación que tal vez no esperábamos y que de un momento a otro nos deja sin piso. Es allí en donde empiezan a aflorar varias reacciones a lo que estamos viviendo: podemos perder o aumentar de una manera exagerada nuestro apetito al igual que nuestras horas de sueño, experimentamos sentimientos de tristeza, soledad, desesperación, rabia… ¡y es natural! Estamos viviendo un duelo.
Cada cual vive su duelo de forma diferente.
Cabe destacar que las formas de vivir un duelo son únicas en cada ser humano: habrá quienes decidan afrontar la situación encerrándose en su dolor y quienes decidan abrirse al mundo como medio de apoyo para superar la dificultad; lo cierto es que la forma de vivir un duelo no es proporcional al cómo se amó, siempre habrán distinciones y elementos trascendentales y propios de cada quién que hagan su proceso único.
Todo se supera, el tiempo de duelo también.
Existen factores que “amilanan” el duelo así como otros que lo pueden hacer menos llevadero. Pero, sea cual fuere nuestra situación, debemos ser conscientes de que nosotras aún seguimos aquí por alguna razón, y que podemos superar las tristezas de nuestro camino cualquiera que sea su índole: habrán unas que requieran de mayor tiempo, otras no tanto; pero todas tienen algo en común: son superables.
Lo importante es que reconozcamos que el duelo es un proceso, y por lo tanto, necesita de tiempo, ¡debemos darnos tiempo! Podemos seguir adelante y aprender de los golpes de la vida, pero primero debemos mimarnos mucho para no caer en extremos que agravarían nuestra situación: ensimismamiento, falta de higiene, uso de medicamentos sin prescripción médica, entre otros.
Aunque suene difícil de cumplir, lo que debemos hacer cuando atravesamos un proceso de duelo es cuidar de nosotras mismas: comer bien, respetarnos a nosotras mismas, hacer ejercicio (no en extremo), estar pendientes de nuestro cuidado personal, buscar la mejor y más sana manera de sentirnos bien con nosotras mismas.
El duelo lleva tiempo, ¡démonoslo! Ello no significa que al superar esta etapa vamos a romper los lazos que nos unían a aquello que tanto amábamos, lo que significa es que vamos a aprender a recordar sin dolor para poder seguir en la búsqueda de esos horizontes que tanto hemos soñado.
Todas hemos pasado por un duelo. Lo que es seguro es que sin pasar por esos duelos, no seríamos capaces de darle tanto valor y amor a lo que ahora tenemos.
¡Ánimo! Levanta tu cabeza y dale gracias a la vida por permitirte amar, tu dolor no es sino una muestra de que eso es lo que has hecho… Podemos superar todo nuestros duelos si nos lo permitimos: ¿te permites superar la situación que hoy agobia tu vida?

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