Las heridas invisibles son las más importantes, las que no hablamos con nuestras familias ni con nuestros amigos cercanos. Pero lo hablamos con amigos de Internet porque te escuchan sin criticar, te ayudan aunque sólo sepan tu nick.
En la vida hay muchos secretos que no revelamos ni aún aquí, por miedo, por soledad, por dolor…
Muchas veces esas heridas invisibles son provocadas por un mal amor, por desengaños, por infidelidades, por cobardes, y así podría estar enumerando
miles de cosas que nos sucede como seres humanos..
Tres pequeñas historias que nos servirán de ejemplo para ver esas heridas invisibles que a veces asolan nuestro corazón:
Triángulo de amor. Ejemplo nº1
Una chica conoce a su chico, para ella no hay nadie más perfecto que él.
Pasa el tiempo, y su corazón ya está totalmente entregado a quien dice amarla tanto, pero se olvidó de comentarte un pequeño y gran detalle… “es casado”.
Pero, qué importa, ¡bah! Total, ella se dice a sí misma: “él no la quiere, me quire a mí y está con ella sólo por los niños”.
¡Que gran error amigas! De verdad que esta historia es más vieja y usada que el hilo negro.
Si está con ella es porque en un momento de la vida estuvo enamorado de esa persona, y fruto de esos momentos incluso nació un hijo…
Aquí un claro ejemplo de las “heridas invisibles”, porque nadie es feliz, él porque está entre dos amores, tú porque lo amas, y la señora
porque ese hombre es su esposo.
¿Ven? Esas son las clases de conversaciones que no se dicen a cualquiera…
Herida invisible. Ejemplo nº2
“Yo le amaba, nos íbamos a casar, teníamos un plan en común…
Pero un día no prendió más su chat, no respondió más mis emails, su teléfono estaba siempre apagado y nunca más supe de él. Me sumí en la más profunda de las penas, no tenía ganas de nada, trabajaba como de costumbre, pero me convertí en una chica callada y desconfiada para que no se rieran de mí…”
Esas también son heridas invisibles amigas…
Heridas que no se pueden contar.
Dolor en el corazón. Ejemplo nº3
“¿Cómo le digo que ya no le amo, que mi corazón es de otro, que es un buen hombre pero no lo amo?
No quiero hacerle daño… ¿Qué hago para que nadie salga herido?”
Eso amiga es imposible, siempre habrá alguien que sufre más que el otro…
También éstas son heridas invisibles que nadie ve, pero que duelen como un puñal.
Y podría estar contando cientos de historias contándoles el gran dolor que producen estas heridas…
Pero seguramente entre nosotras hay muchas historias de heridas invisibles, algunas que se pueden contar, otras que se disfrazan para poder ser contadas… ¿Verdad?.
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