lunes, 15 de diciembre de 2008

SEGURIDAD EN EL





Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel; “En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza”. Isaías 30:15.
“El gozo no es evidencia de que usted sea cristiano”. Parece una declaración contradictoria, ¿verdad? Sin embargo, no lo es. Lo que sucede es que la mujer, por ser un conjunto de emociones y sentimientos, así como de razón, confunde en ocasiones los sentimientos con la realidad.
Si estamos deprimidos y agobiados, tenemos la tendencia a sentirnos lejos de Dios y de los nuestros. En cambio, si estamos plenos, rebosantes de alegría y gozo, entonces sentimos el cielo cerca de nuestra cabeza. No podemos basar nuestra experiencia de confianza en Dios en lo que sentimos. Esa experiencia va aún más allá.
En una carta la autora le dirigía de esta manera a su interlocutora: “Usted ama a Jesús y él la ama a usted. Ahora bien, confíe con toda paciencia en él, diciéndole una y otra vez: “Señor, soy tuya”. Entréguese a Cristo. No es solo la evidencia de que usted es cristiana. Su evidencia se encuentra en un “Así dice Jehová”, por fe, mi querida hermana, la entrego en los brazos de Jesucristo”
Nuestros sentimientos son volubles, pues van y vienen como las olas del mar. Un día son altos, fuertes, ruidosos y seguros, aparentemente inconmovibles. Otro día, en cambio, son suaves y débiles. Tal volubilidad solo quiere decir una cosa: ¡No son fiables! ¡Son imprevisibles! Sin embargo, nuestra confianza en Dios debe ser inamovible, sin sombra de variación, sin oscilaciones. Debe estar afianzada siempre en el mismo lugar.
¿Te encuentras hoy asediado por sentimientos de tristeza? ¿Tienes la sensación de que nada de tu lucha ha valido la pena? ¿Crees que todos tus esfuerzos son irrelevantes y que todo seguirá igual de mal? ¿Te sientes, quizá, vacío y perplejo esta mañana? O, por el contrario, ¿estás lleno de entusiasmo y de dicha? Ninguna de las opciones anteriores es evidencia de la presencia o de la ausencia de Dios en tu vida. Nuestra única seguridad es un “Así dice Jehová”. Es lo único que no cambiará.
Dios te bendiga,

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