domingo, 13 de octubre de 2013
BASTA YA DE LLORAR
¡Basta ya de llorar!Hay mujeres que no saben dejar de llorar. La vida les ha golpeado muy fuerte, muy duramente. Han perdido a un ser querido, se han quedado sin nada… o les han roto el corazón. Y sí, duele… Hay momentos donde el corazón nos duele mucho.
Al principio llorar es importante, pero también hay que saber reconocer cuando hemos llorado suficiente, e incluso demasiado.
Al principio, llorar es importante.
Cuando lloramos, estamos sacando toda la angustia que llevamos dentro. Y es que, no podemos permitir que todo el dolor y la opresión que sentimos se acumule dentro del corazón… eso nos hundiría. Llorar nos ayuda a sacarlo todo fuera de nuestro sistema, nos purifica.
Pero hay un día en que necesitamos dejar de llorar.
Un día, necesitamos recomponernos y decir: ¡Basta ya!
Llorar es importante, pero dejar de llorar es más importante.
¿Por qué es importante poner fin a nuestro duelo?
En primer lugar, porque si no lo hacemos, nos convertiremos en mujeres amargadas, en mujeres tristes. Si nos centramos en nuestro dolor, si no somos capaces de dejar de mirar los pedazos rotos de nuestro corazón, nunca seremos capaces de mirar al sol, a las estrellas, a la belleza que nos rodea. ¿Sabes que no puedes mirar a dos sitios a la misma vez? Para ver la belleza que te rodea, necesitas apartar los ojos de tu tristeza.
Debo dejar de llorar
En segundo lugar, porque quizás estás llorando por alguien que no lo merece. Quizás pensaste que ese hombre iba a hacer realidad tus sueños, quizás le entregaste lo más precioso que tenías… ¿Pero por qué sigues llorando por él? ¿No te das cuenta de que él no es el hombre que creías? Lloras por un ideal, una imaginación… no por la realidad. Seca tus lágrimas y deja de poner tus ojos en él. Obliga a tus ojos a mirar más allá, hacia el horizonte, que en algún momento tus ojos encontrarán a un hombre que te sepa amar enteramente, de verdad.
La vida es una mezcla de dolores y alegrías.
No maximicemos los dolores, no los agrandemos. No demos prioridad al dolor en nuestras vidas. Nosotras necesitamos poner los ojos en lo bello, en las alegrías, en la esperanza.
¿Sabes una cosa?
Hay un nuevo amanecer cada veinticuatro horas. Si se hizo de noche, espera un poquito más… que pronto será de día.
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