jueves, 27 de diciembre de 2012

JURAMENTO A MI MISMA



No porque me lo pidan, sugieran o impongan… no por los demás sino por mí misma. Por mí, por mi valor como mujer, por lo mucho que merezco y valgo me hago este juramento:

Lucharé por mí misma, por hacerme respetar y valorar, por disfrutar de mi vida, con sus risas y lágrimas. Será por mí que decido tomar esta firme decisión. Yo soy mujer, yo cuidaré de mí misma.

 Hoy he decidido jurarme a mi misma a luchar por mí misma, a reír por mí misma, a llorar por mí misma y a superarme por mí misma; sólo por mí misma y por nadie más.

Ya no lo haré por nadie más, ya no me preocuparé por nadie. Reiré, lloraré, lucharé, me superaré, bajaré de peso y todo… pero será por y para mí misma.

Ya no permitiré que me afecte nada de lo que hagan todas las personas, no permitiré que una palabra, una acción o un hecho me afecte.

Esto no quiere decir que me convertiré en una mujer dura y sin sentimientos, sólo que no voy a permitir que nadie devalúe mi integridad, mi dignidad, mi fortaleza o mi seguridad como persona y sobretodo como mujer.

Atrás quedará ese tiempo en el que era yo quien buscaba a mis amigos, y quien buscaba ser amada… ¡Ya no más! Los amigos que quieran estar y compartir un momento de su vida conmigo serán bienvenidos y para los “amigos” para los cuales yo era sólo una opción, ya no habrá cabida.

Atrás quedó buscar amor en el lugar y con la persona equivocada, ahora sólo la persona que realmente valga la pena merecerá mi amor, mis pensamientos, mi cuerpo y mi ternura.

Ya nunca más permitiré una palabra discriminatoria, por pequeña que sea; nunca más me permitiré ser la ultima en la lista de nadie.

Gracias a Dios nunca he recibido un golpe por parte de un hombre, pero hoy tengo más claro que nunca lo permitiré; por muy enamorada que esté, jamás lo permitiré, porque quien te ama no te hace daño.

ME HAGO EL JURAMENTO DE CUIDARME, SÓLO POR MÍ.

lunes, 17 de diciembre de 2012

UNA MUJER COMO TU ... COMO YO




Todas las mujeres somos diferentes, somos de diferentes colores y formas… pero todas somos muy especiales.

Somos MUJERES, seres con gran alma y corazón, luchadoras y trabajadoras; no bajamos los brazos a la primera piedra que nos tiren, al contrario, nos enfrentamos al enemigo con nuestra mejor arma: nuestra fuerza interior, nuestra DIGNIDAD de ser MUJER.

Muchas veces nos hunden en el dolor pero somos buenas nadadoras, nos golpean pero hemos aprendido a defendernos.

Luchamos por nuestro género, somos inteligentes, leemos, abrimos todos los sentidos para saber, aprender y no cometer errores del pasado. Ya nadie nos cuenta cuentos de princesas y príncipes, hoy sabemos que la vida no es así.

La vida de la mujer es dura, enfrentamos grandes obstáculos para alcanzar nuestros sueños. Paso a paso superamos los miedos, luchamos por aquello en lo que creemos y jamás permitimos que alguien nos diga que algo no es para nosotras por ser “cosa de hombres”. Las mujeres podemos sorprender al mundo entero mostrando nuestra capacidad de caer y volver a levantarnos con más fuerzas que antes. Nada nos queda grande, que todo lo podemos hacer y lograr.

Nunca te enfrentes con una mujer si no estás seguro de ser superior a ella, no te vaya a sorprender esa MUJER, que dentro de ella hay tantas cosas buenas que ni ellas mismas son capaces de dimensionar lo que valen.

Una mujer es la que hace que todos los semáforos de la vida se pongan en rojo, ante ella debes mostrar respeto, amor y confianza, porque esa mujer es madre, hija o nieta, ella es la que le dará al mundo hijos nobles para crear un nuevo mundo, uno mucho mejor para los años venideros.

Las mujeres hacemos la diferencia en este mundo.

Una mujer es y será siempre defensora de sus hijos y cuidará de su hogar y su esposo.

Las mujeres sólo queremos una vida amorosa y tranquila…
¿eso es mucho pedir?
Si eres un buen hombre con una gran mujer llegarás a ser un hombre de éxito, un verdadero hombre, pues ella te hará crecer.

Las mujeres no queremos modelos, queremos un hombre que sólo nos ame, que tome nuestras manos y nos abrace cuando nuestro mundo se cae. Poca cosa pedimos para lo mucho que damos.

Una mujer es la más bella de las flores de tu jardín, es aroma que se impregna en tus sentidos, es la mejor y perfecta creación del universo, tienen una mente rápida y la inteligencia que le acompaña está demostrado hoy en día que ya ocupan lugares importantes en el mundo entero.

Ya no somos las muñecas que decían los hombres que sólo sabían enamorase de la primera que se les cruzara. NO, eso ya es pasado. Hoy las mujeres se fijan muy bien en el que desean que sea su compañero.

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No es fácil conseguir
una gran mujer,
ya no es cosa de llevar flores o chocolates, las mujeres queremos hechos ante el compromiso, no palabras. De eso ya estamos cansadas, queremos realidades y no utopías.

¡Qué orgullo es ser una mujer y bien plantada ante la vida!

Nos respetamos, nos liberamos de ese estigma en el que decían que éramos tontas y sumisas. Eso no, JAMÁS, desde hace mucho tiempo sabemos lo que valemos.

Por ello exigimos lo mismo:
UN GRAN HOMBRE; de lo contrario, quédate en la fila a ver si nos fijamos en alguien que no se lo merece.

Hombres, no tengan miedo, pues lo único que deseamos de ustedes es que sean sinceros y verdaderos; no queremos mentiras, no queremos hombres por un día, queremos un hombre para toda la vida.

Si crees que puedes con una mujer que piensa así, adelante, que nosotras sabremos reconocer quien nos ama de verdad y quien sólo nos utiliza…

Cuida a la mujer que tienes hoy, porqué mañana será tu mejor bastón.

martes, 4 de diciembre de 2012

ANALIZA A TU HOMBRE Y A LA VEZ VALORATE




Como mujer vales mucho… pero si estás junto al hombre equivocado, puede que no lo tengas presente o lo olvides.

Hay hombres que pueden ser buenos para ti, pero si estás enamorada de un hombre que no te acepta tal como eres, que constantemente exige y espera cambios en ti, en tu forma de vestir o pensar… entonces algo está mal, debes ponerte en alerta, valorarte y buscar algo mejor para ti misma. ¡Porque mereces mejor!

Cuando una mujer se enamora por lo general el hombre que no vale la pena tiende a aprovecharse de sus sentimientos y empieza a manipularla, abierta o discretamente.

Los hombres impulsivos o machistas siempre lo harán de manera abierta, pero existen los peores, que son aquellos “inteligentes” y manipuladores que manipulan de manera discreta y sutil.

Es así, bajo la manipulación de un mal hombre, que una mujer deja de ser ella misma y sin darse cuenta también deja de valorarse.

Para saber si un hombre vale la pena sólo necesitas analizar todo el tiempo que has compartido a su lado:

Lo primero que debes analizar es si en algún momento te ha pedido, o bien, exigido que cambies algo que es muy propio de tu personalidad, es decir, alguna actitud tuya que tu familia y amigos sepan que es característico de ti y que les extrañe que ya no la tengas o expreses cuando comúnmente lo hacías.
Que te empiece a prohibir ver a tu familia o a ciertas amistades por celos o  simplemente porque no le agrade cierta persona.
Que quiera cambiar parcial o totalmente tu forma de vestir.
Hacerte que te sientas mal por tener tu propio espacio y manipularte con ello.
El peor error de una mujer es estar siempre al pendiente de lo que ellos piensan, quieren y desean; el estar al pendiente de sus deseos y necesidades es pasar automáticamente a dejar de ser nosotras mismas. Así se va perdiendo nuestra esencia; y un hombre que en realidad vale la pena no permitirá que eso suceda.

Si tú empiezas a dejar de reaccionar espontáneamente por no saber si tu actitud le agrade o desagrade es momento de ponerte alerta y comenzar a valorarte.