lunes, 24 de septiembre de 2012

¿ LA RELIGIÓN EN LA PAREJA UNE , OH SEPARA ?



Cuando estás enamorada y deseas construir tu vida junto a esa persona, lo menos que piensas en esos momentos es en las ideas que tienes sobre la religión. Muchas personas se casan a pesar de ser distintas sus ideas y creencias, pensando que el tiempo limará esas asperezas. Pero no creo que con el tiempo se suavicen, al contrario, a la larga esas diferencias son verdaderas peleas dentro del hogar.
La madre tiene una forma de criar a sus hijos, le han acostumbrado a tener valores familiares, morales y espirituales, como madre quiere enseñar a sus hijos los valores con los que ella se crió. Y es en ese momento cuando aparece el hombre con otras ideas y diciendo “¡Porqué le dices eso a nuestros hijos si a mí me enseñaron esto y esto otro en mi casa”, o “No le enseñes esas tonterías, que Dios no existe, guárdate esas cosas para ti misma, pero no se las inculques a los niños!”.
Cuando te enamoras piensas que no habrá problema por ser de diferentes religiones, por ser cristiana y él ateo, católico, evangélico, protestante, o de cualquier otra religión… hay respeto y te ama pese a las diferencias de creencias. Pero llega un momento en la relación en la que nos damos cuenta de que las diferencias entre los dos son de mayor importancia de lo que en un principio creímos.
“Yo quiero ir a mi iglesia con mi gente, hablar con ellos, compartir… pero siempre tengo cosas que hacer y al final termino quedándome en casa para que él no se moleste”(nos contaba una amiga de esta página).  “He dejado mi ministerio y mis labores rutinarias en mi iglesia porque somos distintos. Mis hijos no pueden ir a mi iglesia, porque a él simplemente no le agrada, pero sí pueden los hijos ir donde él va o cuando a él le apetece ir, pues nunca ha sido constante en sus creencias.”
Empieza la frustración en la mujer, pues ha sido criada en una iglesia distinta a la de su pareja, pero como ellos no tienen confianza para decir las cosas que sienten la relación comienza a distanciarse. Y la mujer (porque casi siempre es la mujer quien cede) termina por dejar de ir a su iglesia para ir a la de él y sus hijos. Claro que no es feliz, fue criada con otros valores morales y es un poco más estricta, se siente muy fracasada y mal por no ir donde ella desea estar. Por supuesto que a su pareja no le importa como está, ha logrado su cometido, ella ha decidido seguirlo hasta en su religión, y cuando la ve llorar en la iglesia se piensa que es porque está contenta y agradecida.
¡Que va!, está frustrada porque no puede estar con los suyos, con los que se ha criado, con su familia que siempre ha estado allí en su Iglesia. Y es realmente un problema muy serio, nadie puede ser feliz imponiendo al otro sus ideas, para eso son personas con raciocinio y mayores para saber lo que hacen. Pero como siempre, para buscar la paz y la felicidad de su hogar ella calla y prefiere ignorar aún así a costa de su propia felicidad.
Es muy importante que exista el respeto hacia la otra persona, y si conjugan verbos distintos en las religiones, y hay cariño y amistad no debería ser un obstáculo, pero desgraciadamente no es así, y la mujer termina por ceder ante su pareja.
Imagina que lo más importante en tu vida es Dios, si para tu pareja no lo es pero respeta tus creencias, y decides por ello que puedes casarte con él…  ¿Realmente crees que no supondrá un serio problema a lo largo de algún momento de la vida? Para ti la prioridad es hacer lo que es correcto delante de Dios, para él aunque te respeta eso no es prioritario (es algo que simplemente consiente). ¿Cual será la prioridad del matrimonio? Tus creencias no, son tuyas, no de los dos. Alguien tendrá que ceder, y puede que lo que tengas que ceder sea algo muy importante para ti.
Lo más probable es que las diferencias de religión y creencias llegarán a suponer un problema en la pareja, incluso llevándote a plantear una ruptura.

viernes, 14 de septiembre de 2012

DIOS ES TODO LO QUE NECESITO




Dios es y tiene todo lo que necesito. Creo firmemente que para cualquier necesidad que se me presente, Dios tiene la respuesta, tiene la solución… Dios es el antídoto.
Dios es mi rescatador.

A veces he visualizado a Jesús como ese caballero que aparece sobre su hermoso corcel blanco, que me recoge en volandas y después de abrazarme con fuerza me susurra al oído: Tranquila… Todo va a salir bien. Ahora yo me hago cargo de ti.
Jesús se dejó matar por mí.
Y tras vencer a la muerte, viene a por mí…
Mi rescatador.
Soy una criatura frágil, expuesta a innumerables peligros que diariamente atentan contra mi felicidad. Me pueden dañar y herir fácilmente, tanto física como emocionalmente. Y luego están mis seres queridos, que son más importantes que yo misma. Siento que moriría si algo malo les ocurriera. A veces soy muy consciente de lo fácil que sería arrebatarme todo. Dejarme herida, con el corazón sangrando.
Los seres humanos amamos mucho. Sufrimos mucho.
Estoy convencida de que Dios tiene todo lo que necesito para ser feliz. Él puede proteger mi corazón para que no reciba ninguna puñalada mortífera. Es más, puede mantenerme feliz mientras dure mi vida mortal, y sin duda, para toda la eternidad.
El diablo, nuestro enemigo, anda como león rugiente buscando a quien devorar. (1Pedro 5:8)
Jesús dijo que el diablo es un ladrón que viene a robar, matar y destruir. (Juan 10:10)
Muchas veces lo consigue.
Nos roba revelación de Dios. Nos roba entendimiento. Nos arrebata la fe señalándonos lo que vemos con nuestros ojos mortales, haciéndonos olvidar que lo real es lo que ven los ojos espirituales. Hiere a quien más amamos. Mata nuestros sueños de volar alto con mentiras acerca de quién somos. Nos roba la identidad que tenemos en Cristo. Nos hace creer que no tenemos autoridad. Nos aflige con enfermedades y, si puede, con la muerte. Infla nuestro ego hasta el punto de convertirnos en el centro de nuestra existencia. Nos susurra mentiras al oído, haciéndonos creer que seremos más felices si hacemos las cosas a nuestra manera.
El destructor acecha.
Y sin embargo, incluso cuando el diablo ha herido, ha robado o ha matado… sin embargo, los hijos e hijas de Dios todavía tenemos una esperanza. Haga lo que haga, nunca será tan malo como para que Dios no pueda (y quiera) solucionarlo.
“Yo he venido para que tengan vida… y la tengan en abundancia.” (Juan 10:10)
El rescatador nos ama.
Podemos hacer oídos sordos a las mentiras del destructor, y escuchar lo que Dios DICE. Dios ha HABLADO, y todo lo que habla es una promesa, pues Dios jamás se retracta.
Hay una palabra de Dios para todas las personas a las que les han robado, herido, matado y/o destruido: Dios RESTAURARÁ. Recibe esto en tu corazón y llénate de alegría.
¡Dios te vengará! No hay nada que no quiera hacer por ti. Ni siquiera tienes que convencerle de que lo haga, pues está deseando darte todo lo mejor. Confía en Dios, sabiendo sin ninguna duda que Él es y tiene TODO lo que necesitas. Además, Dios no quiere que vivas mal , sino que quiere verte feliz, con fuerza, con salud, con trabajo, con familia… una vida abundante. Dios anhela hacerte feliz. Ahora bien, creerlo es muy importante… de hecho, es imprescindible:
“… y que se haga tal y como has creído. ” (Mateo 8:13)
Lee atentamente Isaías 61:1-4, y cree. Son los planes de Dios para ti.
El Espíritu de Dios está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor, el día en que nuestro Dios nos vengará de nuestros enemigos. Me ha enviado a consolar a todos los que están de luto, a ordenar que los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. Y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones.
Nota de la autora:
Esta promesa es para los hijos e hijas de Dios. Es muy importante que sepas sin ninguna duda que estás bajo la protección de Dios.Debes saber que Dios está de tu parte. Que eres su hija. No son las “personas buenas” las que gozan del favor de Dios, sino las que saben sin ninguna duda que jamás podrían ser lo suficientemente “buenas” como para merecer nada de Dios,  y por lo tanto, necesitan a Jesús, que es Dios hecho hombre, para que sea su salvador. Si crees esto, y estás convencida de que Jesús recibió el castigo que tú mereces, Dios dice que te recibirá con los brazos abiertos, como hijo, como hija. Porque, por extraordinario que parezca, lo único que Dios quiere, es que estés convencido de esto: De que te creó. De que te amó. De que murió en tu lugar. De que resucitó. Y de que tiene los brazos abiertos para recibirte.

lunes, 3 de septiembre de 2012

LA MAS BELLA CREACION DE DIOS ... LA MUJER ..



La mujer es perfección, sus suaves manos todo lo acarician, su sonrisa todo lo suaviza, y con su forma de ser todo lo endulza.
Pero su belleza principal emana del interior, de donde reside su fortaleza, fuerza, voluntad y espíritu.
Es bello ser mujer,
es un privilegio ser mujer.
La mujer es lo más hermoso de la creación… y es verdad, porque no hay nada más hermoso que contemplarla cuando su mirada se pierde en el horizonte. Está llena de perfección y grandeza, no hay nada más bello que ver una mujer cuando su mirada abarca todo lo que le rodea.
Es maravilloso y perfecto el modo en que tus manos suaves saben acariciar, tu sonrisa logra suavizar todo lo malo y esa forma tan tuya de saber entregar tu amor es especial. Sólo una mujer como tú logra dar respuesta aun sin que se lo pidas y eso nos hace ser mucho más especiales .
Tu belleza radica en tu interior, la belleza viene desde adentro:
Se refleja en tu fuerza, en tu sentir y en tu caminar por la vida con la confianza que tienes de ver el lado bueno de la vida.
Tu belleza destaca cuando sonríes a pesar de las tristezas de la vida. Sólo una mujer es capaz de de ver luz donde sólo hay oscuridad.
Eres una mujer y eso tiene mucho mérito.
JAMÁS dejes de valorarte, tienes que saber que toda tú eres hermosa y fuerte….
La vida de una mujer no es estar encerrada en salón de belleza pintándote el cabello, limándote las uña… no, la vida va más allá de ello aunque bien sea cierto que somos vanidosas y como toda mujer anhelamos estar perfectas para que nos admiren.
― Somos bellas por el sólo hecho de ser mujeres ―
Pero recuerda que nuestra belleza surge desde adentro… tienes que cuidar tu interior, aprender que lo bello está dentro de ti, en el interior de tu alma y de tu ser.
No te dejes vencer por la vida, no te dejes vencer por los sinsabores que nos trae este vivir, no te dejes vencer por el estrés… Sal adelante, lucha, persevera y cuida de ti, pues tú eres el tesoro más preciado que Dios dejó en la tierra. Sólo tú puedes sacar de adentro todo tu potencial y valorar cada detalle de ti. Tu sonrisa, tus aciertos, tus virtudes y todo lo que te rodea sonreirá al contemplarte y sabrá que toda tú eres esa perfección: toda una mujer llena de valor y fuerza.
Eres una joya, la mejor del mundo, sonríe que la vida te sonreirá a ti.